Dicen los políticos del partido popular que cuando gobernaron ya crearon mas de 3 millones y medio de puestos de trabajo y que van a volver a hacerlo. Está bien ser ambicioso en la política pero yo sería más ambicioso y ofrecería crear 5 millones de puestos de trabajo, para que sobren y seamos la envidia de todo el mundo occidental y puedan venir parados de Alemania, Francia, etc a disfrutar de las bondades de la política laboral del presunto gobierno del PP.
Pero a diferencia de ellos yo si voy a decir como pienso hacerlo:
- Reducir al mínimo la fiscalidad a las empresas (sistema ya probado por Irlanda y ya sabemos todos los resultados)
- Supresión de los contratos de trabajo (sistema ya probado en otros países tan avanzados en materia laboral como China, India, Pakistan, etc)
- Supresión de las cuotas a la Seguridad Social de las empresas para que sean más competitivas (sistema probado igualmente en muchos países de rancia tradición en ventajas sociales para los trabajadores)
- Recorte en gasto en educación para que solamente estudien las clases pudientes y el resto pueda ser productivo como mano de obra barata.
- Supresión del sistema de negociación colectiva.
- Rebaja de doscientos euros en el salario mínimo interprofesional y límites al sueldo máximo para obreros no directivos.
Nadie dudará que con estas medidas se crearán puestos de trabajo, pero ¿a que precio?, pues al precio de tener una clase trabajadora por debajo del umbral de la pobreza, sin estudios, sin cobertura médica y en general en condiciones de vida al nivel de países del tercer mundo.
No tengo ninguna duda de que estas medidas, por supuesto sin que saliera en los medios de comunicación, serían del agrado de los dirigentes del Partido Popular y que no dudarían en ponerlas en práctica.
Tampoco cuentan como se crearon esos millones de puestos de trabajo y a que precio, y se crearon aprovechando la coyuntura económica a nivel europeo con unos intereses muy bajos, con una liberalización del suelo que propició una desproporcional burbuja inmobiliaria que provocó que la mayoría de esos puestos de trabajo se crearán alrededor del ladrillo y que en muchos casos tuvo como consecuencia que jóvenes dejaran los estudios y que ahora tengamos una generación con una baja cualificación y extremadamente difícil de reintegrar al mercado laboral.
No cuenta, tampoco, que en España tenemos todos parte de culpa en esta crisis, pero tampoco podemos olvidarnos del papel de los empresarios de este país que en muchas ocasiones no crean riqueza sino que simplemente obtienen beneficios de esa riqueza creando puestos de trabajo de escasa cualificación y extremadamente vulnerables a cualquier crisis, sirva como ejemplo que cada vez que hay un atisbo de crisis en Europa o en el mundo en general, la destrucción de puestos de trabajo en España es muchos más brutal porque son puestos normalmente fácilmente reemplazables por obreros de cualquier otro país con costes laborales más bajos.
Alguien se ha preguntado porque los licenciados, como ingenieros, arquitectos, etc, se van a trabajar a otros países, pues por una razón porque están bien preparados y aquí no tienen oportunidades laborales de calidad que si se dan en otros lados. Mientras en España sigamos pensando que mejor que inventen otros seguiremos igual, con empresas sin futuro claro y puestos laborales en sectores primarios o del sector servicios y por lo tanto expuestos a cualquier marejada económica.
Pues nada que en esto de la política hay que ser ambicioso, tener las ideas claras de como arreglar las cosas y sobre todo decirlas claras, pero por supuesto si hacemos eso igual no nos votan el 2oN pensarán en Génova. Cosas de este país