El nuevo circo romano

Esta España cada ves se va pareciendo más a un circo romano desde cualquier lado que lo miremos.
Como emperador tendríamos a los dueños del dinero, o sea, los mercados, banqueros, multinacionales, etc.
Como soldados encargados de la ley y el orden estarían los dirigentes neoliberales que estarían encargados de controlar que nadie se salga del guión establecido.
En las gradas estaríamos el pueblo llano o más conocido en ambientes liberales como "la plebe".
En la arena estarían los desahuciados de la sociedad (explotados economicamente, parados, marginados, etc).
Pero en esto que llegó la crisis y entre todos decidimos que había que poner a gobernar a los centuriones más duros de todos, a los que llevan en el estandarte una gaviota, y como la cosa no iba con nosotros que mirábamos el espectáculo desde las gradas continuábamos siendo felices. Pero el circo necesita sangre nueva para alimentar la sed de sangre de los dueños del dinero y empezamos a caer cada vez más público al foso de los leones y allí descubríamos con horror que había desaparecido la red que nos protegía de las caídas y que dábamos con nuestros huesos en la fría arena sin remedio y quedábamos a la merced de los políticos más duros y de la sed de sangre de los mercados.

Parece una comparación exagerada, pues podemos sentarnos y ver si se cumple. Pero cuando se cumpla será demasiado tarde