¿Tiene arreglo lo del PSOE?

   Sinceramente espero que el desbarajuste que se vive en el PSOE tenga arreglo y aunque estoy casi seguro de que tarde o temprano todo volverá a su cauce lo que si creo es que cuando llegue ese momento será demasiado tarde para muchos ciudadanos de este país que necesitan urgentemente una oposición firme y desde la izquierda, y no me refiero a la izquierda de pacotilla que están llevando a cabo ultimamente desde Ferraz.
   Desde luego no será fácil y digo que no lo será porque en la necesidad de que aparezca un líder que conduzca a sus votantes al pueblo prometido se están produciendo hechos lamentables como apuñalamientos entre compañeros, presiones para que se presenten o no lo hagan, presidentes de comunidad autónoma a los que les encanta que les doren la píldora para luego decir que no, en general un espectáculo poco edificante con el agravante del bochornoso espectáculo dado desde la actual dirección con el asunto de la abdicación del monarca.
   Reconozco que no me gustan muchos de los que se han postulado, de verdad o haciendo amagos, para la secretaría general y entre ellos no me gustan aunque sea por diferentes motivos Pedro Sánchez y Susana Díaz. El primero me parece un político que está en el psoe como podría estar con Rosa Díaz y sinceramente cada vez se me parece más a Toni Cantó. En el caso de Susana Díaz tiene particularidades que no me gustan nada, me parece soberbia, desagradecida y en general su gestión ya veremos lo que da de si. No me gustan los políticos que han hecho de la política su forma de vida desde el principio de su vida adulta y no conocen otra cosa que los despachos con moqueta y aire acondicionado pero menos me gustan los que llegan a dedo, y digo a dedo porque la pantomima de su aterrizaje en la secretaria de los socialistas andaluzas fue casi como decir que en España con Franco había democracia porque como había un partido único para que se iba a votar (si se ponen todas las pegas posibles para que nadie se presente contra un candidato la calidad democrática de esa elección es cuando menos bajíiiiisima). Su llegada a la presidencia de la junta de Andalucía aún fue más digital y no me gustan los políticos que llegan al gobierno por dimisión de sus antecesores y eso me vale para Ana Botella, Ignacio González o para ella.
   Y otra cualidad que no me gusta nada es la soberbia, o sobradez, esta mujer "va sobrada" y se sobra tanto que cualquier día va a tener un problema serio en la política. Tanto le han dicho lo buena que es, su tremenda capacidad política, su mesianismo, que tengo la impresión que se lo cree. El desprecio que demostró a sus socios de gobierno en varios temas pero sobre todo en el realojo de las personas de la corrala utopía y que luego se demostró que la consejera de IU llevaba razón, pero que curiosamente fue mucho menos publicitado en los medios de comunicación, declaraciones diciendo en voz alta que ella es la única izquierda, etc, etc, dejan mucho que desear para una persona que preside una comunidad autónoma. La soberbia para con sus compañeros de gobierno puede jugarle una mala pasada como le sucedió al partido socialista en otras comunidades o ciudades, aunque quizás le gustaría hacer como Abel Caballero en Vigo que saca adelante los presupuestos con el PP o el presidente de Asturias que hace algo similar, pero claro cuando lo hace el PSOE está bien pero si otros no le dan los votos para gobernar está muy mal.
   Sinceramente necesitan dar un giro hacia la izquierda, que es lo que la sociedad les está demandando y lo que ha sido casi toda su historia el partido socialista de Pablo Iglesias, dejar de escuchar políticos de poltrona que hace tiempo que deberían estar callados y decir claramente que están aquí para defender al pueblo y que las políticas que buscan poner en marcha son totalmente opuestas a las que pone en marcha el PP. Si lo hacen así el pueblo se lo agradecerá con su apoyo, sino...

No todo es Eta ni radicalismo

No tenían muy claro la derecha de este país en como situar a los integrantes de los círculos de Podemos y ahora ya tienen claro donde ubicarlos a ellos y a todos sus votantes, somos extrema izquierda, adoradores de la revolución bolivariana, nos alegramos cuando hay disturbios en Venezuela, y tenemos rabo y vivimos en el infierno.
Pues siento desilusionarles, no somos así y aunque pudiera darse el caso en una cosa si que estamos de acuerdo y es que España para la gran mayoría de la población empieza a parecerse al infierno.
Dice un dicho antiguo que en la juventud hay que ser radical para ir volviéndonos más conservadores con el paso del tiempo y gracias a las políticas de esta Europa en general y de este desgobierno español en particular están consiguiendo que esto no suceda así y es por una razón muy sencilla. Cuando una se vuelve conservador es principalmente porque tiene algo que conservar y en España cada vez es más frecuente que la inmensa mayoría tengo poco o  nada que conservar  y los que no tendríamos ningún motivo objetivo para sentirnos estafados, de momento, tenemos una visión de la justicia social que está en las antípodas de la que pregona el pp, así que no nos queda otra opción que luchar para cambiar las cosas.
Así que lo siento por los que pregonan a diestro y siniestro por los medios de comunicación afines que todos los que votamos a algo que no sea el pp que somos eta o radicales, simplemente somos personas de parte del 99% que se siente estafado por el 1% restante y queremos, podemos y debemos cambiar las cosas.

Necesitamos una policía de los ciudadanos y no una guardia pretoriana

La función de la policía en un régimen democrático es, y así debe ser, proteger y servir a los ciudadanos del país. Y digo debe ser porque en estos momentos la utilización que hace de la policía el gobierno, que también tiene la obligación de servir a los ciudadanos, empieza a ser peligrosamente sectaria y contraria a las funciones que tiene encomendadas.
  Se podría decir que los responsables políticos del ministerio del interior, con su ministro a la cabeza, están muy interesados en que la protesta social que se está produciendo en toda España se vea reducida a través de medidas tendentes a que los ciudadanos se piensen dos veces el salir a la calle a protestar contra todo lo que no consideran justo, y en consecuencia está prodigando declaraciones, ayudado por otros responsables políticos del PP, en las que se criminaliza a los manifestantes descalificándoles o preveendo que en determinadas manifestaciones va a haber incidentes, con el objetivo no disimulado de conseguir que las protestas sean menos importantes en la calle.
 Otra forma de meter el miedo en el cuerpo a los ciudadanos y que no tomen las calles, es precisamente pregonar que va a haber incidentes, y viendo como se están comportando últimamente los miembros, sobre todo de las UIP, los ciudadanos se ven coaccionados en su derecho a manifestarse.
 De la misma manera se están utilizando las sanciones administrativas sin ningún tipo de reparo por parte de las delegaciones del gobierno con el fin de amedrentarnos y eso en un país con los problemas económicos que tienen sus ciudadanos es una forma de coacción sumamente rentable para ellos.
 Pero si algo me preocupa en gran medida es el uso y abuso que se hace de la fuerza represora por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y de la utilización que hacen los responsables políticos de ellas como si fueran su guardia pretoriana. Se han traspasado todos los límites que se podían traspasar y no se han visto actuaciones de los antidisturbios como las que se han visto en los úlitmos tiempos desde la llegada de la democracía a este país. Ha habido cargas indiscriminadas contra ciudadanos que ni siquiera estaban en las manifestaciones, uso abusivo de la violencia como sólo se recordaban cuando la policía vestía de gris, medidas restrictivas sobre el uso del derecho de manifestación, golpes a periodistas por el simple hecho de realizar su trabajo y ejercer el derecho de información, provocaciones a ciudadanos con el objeto de justificar sus acciones represoras, etc. Y algo verdaderamente grave es que parece que los sindicatos policiales sólo protestan cuando son ellos los apaleados, y todo porque a alguien le interesó que les "partieran la cara" dejándoles a merced de unos exaltados que dicen saber quienes son pero que no hicieron nada ni por detenerlos ni por controlarlos. Por algo sería. En cambio cuando algunos de sus miembros se extralimitan en sus funciones no les veo salir con la misma rapidez a protestar y lo que es también lamentable, el hecho de que no se produzcan ni investigaciones ni sanciones a ningún policía que abuse de su poder por más que haya cientos de imágenes y testimonios que así lo atestiguen. Sinceramente creo que la policía se está dejando manejar por un gobierno represor en muchos casos y se están haciendo un flaco favor a si mismos con su actitud y echando por tierra la buena imagen que tenían entre sus conciudadanos. Simplemente recordarles que acogerse a la "obediencia debida" es un recurso indecente para no ponerse en su sitio y dejar claro a los dirigentes políticos que la policía está para servir al pueblo no para atemorizarlo o reprimirlo y que los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado son parte de él.

¿Podría ser el PP el nuevo UCD?

Pues podría pasar y por varios motivos:
 El partido popular como todos los partidos nacidos al amparo de la Ley para la Reforma Política de Adolfo Suárez durante la transición son partidos con una corta historia y como UCD son más bien una unión de facciones políticas que no tienen una cohesión a prueba de contratiempos y que con el paso de tiempo tienden a manifestar sus diferencias más importantes a toda luz. Podrían tener que probar el veneno que en los 80 probó UCD y que les llevó a su desaparición. De hecho los resultados electorales del antecesor del PP, Alianza Popular, no tuvo unos resultados electorales nada destacables, más bien mediocres, hasta que la desaparición de UCD propició que muchas de los pesos pesados de UCD se pasaran con sus huestes a Alianza Popular y permitió el despegue electoral.
 Otro motivo es parte precisamente de la posición ideológica del partido conservador español por antonomasia. Los conservadores son más bien inmovilistas y en consecuencia cualquier elemento que perturbe su supuesta tranquilidad les pone extremadamente nerviosos y eso es lo que está pasando en el PP con el fin de ETA y la cuestión catalana que les hace saltar sus costuras por las esquinas del partido. Y no digamos nada si hablamos de cambiar la Constitución (y digo cambiar no lo que hicieron de tapadillo PP y PSOE en el año 2011) que les pone en estado de guerra contra todo el que ose pronunciar dicha herejía. Y eso que alguien debe recordarles de vez en cuando que los diputados de AP votaron en contra o se abstuvieron pero que les pasa como con todos los conversos que acogen la nueva fe con extraordinario fervor, pero bueno les pasa con eso como con otras muchas cosas como el divorcio. La necesidad del Partido Popular de contentar a todas las facciones de su partido y en consecuencia a muy diversos sectores les está produciendo un irrefrenable descontento en muchas de sus huestes y que se hace notar en la estampida que se está produciendo en los últimos tiempos y que se traducirá muy propablemente en la pérdida de votos en las próximas elecciones.
Por otra parte los votantes de centro le están abandonando con extraordinaria rapidez hacia otros partidos "cogetodo" como UPyD y por lo tanto corren el peligro con tantas brechas abiertas de que el agua entre en el barco con tanta rapidez como lo hizo en el Titanic. Pero el motivo no puede ser solo ETA y Cataluña, no, también hay otros. La situación económica tan mala en la actualidad propicia que muchos dirigentes o simplemente afiliados no puedan ver recompensados todos sus esfuerzos de tantos años trabajando por el partido y dejando de lado las diferencias entre los diferentes sectores del partido. Porque si en algo están de acuerdo todas las facciones del PP es que una de las más importantes misiones en la vida es crecer social y economicamente y hay que hacerlo casi a cualquier precio y esa forma de pensar aunque ha calado con rapidez en Europa desde Estados Unidos fundamentalmente, aún no ha calado en todos los sectores de la sociedad europea ni en la española y muchos menos en tiempos de crisis cuando los más necesitados sufren las consecuencias.
 Por eso aunque la desaparición del PP no sea altamente probable a corto plazo tiene sufiencientes motivos de inestabilidad tanto interna como externa para que pueda producirse.