La historia y la histeria

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Es sorprendente como una sola letra en mitad de una palabra cambia totalmente su significado y este cambio de una vocal más aún.
La historia es una gran olvidada y como los humanos nos empeñamos en tener memoria de pez somos muy dados a olvidar lo que ha ocurrido más allá de unos pocos años y de lo que nos acordamos tendemos a magnificar tanto lo bueno como lo malo ocurrido a nuestro antojo. De la mili, el que la hizo, no tiene una memoria neutral, o lo pasamos de vicio o fue una pesadilla y normalmente no fue ni lo uno ni lo otro.
Y digo todo esto porque mejor nos iría si repasásemos más a menudo la historia y aprendiésemos de los aciertos y errores del pasado.
Tenemos un sistema político que con sus aciertos y errores funciona desde hace siglos y que objetivamente pasa por ser bastante justo, pero no se debe tampoco llevar a a verdad absoluta que la mayoría por la simple razón de serlo tiene razón y esto demasiadas veces lo manejamos como verdad absoluta. Ser mayoría no implica necesariamente estar acertado porque además estar acertado hoy no implica estarlo mañana a la vista de que el mundo avanza y las condiciones cambian.
De la Alemania nazi que llevó a Europa y al mundo a una guerra mundial con millones de muertos casi todos opinamos que fue un régimen sanguinario y fascista con Hitler a la cabeza pero también debemos recordar que el partido nazi con Hitler a la cabeza llegaron al poder desde las urnas en unas elecciones que ganaron con un 44% de los votos y a la vista de los acontecimientos que se sucedieron después nadie dirá que los alemanes tenían razón cuando auparon a los nazis al poder.
Ejemplos de este tipo hay muchos en la historia y deberíamos aprender de ellos y no dejar llevar por la histeria y pensar que provocando un cambio de gobierno, dando claramente un bandazo, todo se va a arreglar. De nuevo la historia nos da ejemplos de que las soluciones nunca llegan desde la histeria sino que más bien llegan desde la tranquilidad y el razonamiento.