La justicia, el PP y el nuevo orden

   Desde que hace menos de dos meses el sr. Rajoy y su gobierno tomaron posesión y desde luego el ministro de interior, muchas cosas han cambiado en nuestras calles.
   Hemos pasado de ver concentraciones pacíficas que eran controladas por la policía sin que se produjeran mayores altercados a que la policía repriman con contundencia cualquier intento de protesta en las calles.
   Han reprimido a manifestantes adolescentes en Valencia cuya único delito fue reclamar el derecho a la educación en condiciones mínimas en su centro de estudios.
   Y no contentos con reprimirles violentamente, les han detenido como a peligrosos delincuentes, han intentado amedrentarles identificándoles cuando se han reunido a protestar, les han insultado con frases como "No tienes cuerpo ni de puta" y otras lindezas, en resumen hemos vuelto en dos meses a los tiempos de la dirección general de seguridad en sol y sólo les falta aprobar la ley de vagos y maleantes.
   Alguno me dirá que exagero, pues si les parece exagerado que prueben a leer la siguiente noticia http://www.publico.es/espana/422658/el-gobierno-indulta-a-cinco-mossos-condenados-por-torturas y luego que me digan si exagero o no.
   A los torturadores les indultan, a la policía les azuzan contra los manifestantes, a los defensores de los derechos más básicos, como el saber donde están enterrados tus seres queridos, se les condena. Esta es la Nueva España, la España como Dios y el PP mandan.
   Todas estas represiones policiales que se están dando en los últimos tiempos tienen un objetivo concreto, amedrentar a todo aquel que pretenda ejercer el derecho de protestar contra lo que no le gusta, contra las injusticias, contra los recortes de los derechos, en definitiva protestar contra un gobierno que nos hace retroceder del orden de una década por semana y que por ejemplo en materia laboral ha hecho retroceder nuestros derechos como trabajadores a niveles de los años 30. Si, no me he confundido, de los años 30, los trabajadores teníamos más probabilidades de conservar el trabajo con Franco que con Rajoy.
   En materia de derechos civiles vamos en los años 70 cuando el amador fundador de su partido mandaba disparar al aire a los grises y caían albañiles.

   En definitiva si lo que tenían los que votaron al pp era añoranza de otras décadas han conseguido hacernos retroceder varias, menos en una cosa, en el número de parados vamos hacia adelante. Bravo

MERECEMOS UN GOBIERNO QUE NO NOS MIENTA O POR LO MENOS QUE NO NOS MIENTA SIEMPRE

La Justicia es un cachondeo (presunto)

   La Justicia en este país está como está.
   ¿A qué parece una perogrullada? Pues si, lo es, pero alguien en su sano juicio puede defender que en España se aplique la justicia con equidad, sentido común, o sea, en definitiva con JUSTICIA?. Creo que no y expongo unos cuantos ejemplos:

   - Baltasar Garzón: Poca gente defiende la tesis de que Garzón debía ser perseguido judicialmente por los crímenes del franquismo o por prevaricación en el caso Gurtel, vamos ni siquiera los que brindaron con champan por su condena defiende esa tesis. Se alegran porque por fin han dado cuenta de él no porque fuera justa la sentencia.
   A partir de la primera condena da la impresión de que el resto de las causas no conllevarán para él ninguna pena, el daño ya está hecho.

   - José Blanco: Se vio envuelto en una trama de un empresario lucense poco antes de las elecciones generales y desde aquellas todo lo que hemos ido conociendo presupone más que razonadamente que todo ha sido una invención por parte del empresario si no es algo peor. Da que pensar que la jueza de instrucción continúe con el caso en secreto y ponga al sr. Dorribo en la calle acto seguido de declarar contra el sr. Blanco.

   - Caso Gurtel: No parece muy lógico que el primer juzgado por este caso sea el juez de instrucción. El que lo entienda que me lo explique, ardo en deseos de poder entenderlo.

   Cada cierto tiempo saltan a los medios de comunicación sentencias extrañas, asombrosas, disparatadas y que sin embargo pasan sin pena ni gloria por los encargados de sancionar estos comportamientos y en cambio al juez que más ha luchado por impartir justicia se le condena por la pena quizás más grave que se le pueda juzgar.

   En fin, tenemos una jsuticia politizada, y no lo digo ahora porque gobierne el partido popular, la politización viene de lejos. Son una casta donde ser de derechas parece ser condición indispensable y más viendo que en muchos casos son cargos que se heredan de padres a hijos.

   Tampoco se entiende muy bien que no les guste que discrepemos de sus sentencias, a lo mejor se creen en posesión de la verdad absoluta. Que sepan que como servidores públicos que son también están bajo nuestra supervisión, o por lo menos deberían estarlo.

Ataque a la clase obrera

   Después de la presentación de la tan manida reforma laboral por parte del gobierno hemos podido confirmar lo que muchos llevábamos diciendo desde hace tiempo: el partido popular no es el partido de los trabajadores como decía Cospedal sino el partido del dinero, del capital, del PODER con mayúsculas, ya sea económico, religioso o de cualquier otro tipo.
   Medidas como la generalización del coste del despido en 20 días por año trabajado, que no se necesite autorización administrativa para la tramitación de n expediente de regulación de empleo, que los trabajadores pierdan sus derechos conseguidos en convenio si en dos años no se negocia uno nuevo, que un empresario pueda descender los salarios a su antojo, considerar en principio todos los despidos como objetivos y tener que pelear una indemnización mayor en los tribunales, extensión del contrato de aprendizaje hasta los 30 años, la modalidad de contrato indefinido con un año de pruebas que viene siendo la práctica un contrato sin derecho a indemnización por despido.
   Todas estas medidas se han quedado a un paso de la medida que más le hubiera gustado a la CEOE, el despido gratuito y libre por completo o un contrato verbal y sin ningún derecho del trabajador excepto el de trabajar para su patrón.
   Desde hace décadas a ningún gobierno en este país se la había ocurrido tal ataque a la clase obrera y menos con la excusa de crear puestos de trabajo, excusa que parece simple y llanamente ridícula. En un país donde los empresarios han despedido a millones de trabajadores aducir que se solucionará poniendo el despido aún más barato es una tomadura de pelo.
   La protección de los trabajadores, que siempre es la parte débil del sistema laboral, ha pasado a ser prácticamente nula al dar mayor libertad y poder a los empresarios frente a los sindicatos, que hayan actuado bien o mal durante estos años, son la única organización que protege a los trabajadores en su conjunto.
   La reforma laboral ha sido tan extremadamente desequilibrada que sinceramente encuentro partes de ella que quizá bordean peligrosamente la constitucionalidad, sino la contradicen literalmente.
   Por otra parte esta reforma dudo que ayude a crear empleo, se verá con el tiempo, pero lo que si tengo claro que el empleo que quede después de unos años será precario, muy precario y aquel sueño de que la clase obrera en España era clase media habrá desaparecido por completo. Seremos un país de mano de obra barata, como siempre por otra parte, con poco gasto en I+D+I lo cual nos condenará a serlo en el futuro y donde las posibilidades de los jóvenes pasarán casi siempre por la emigración a otros países donde demostrar su valía.
   En fin, este gobierno mintió cuando dijo que no abarataría el despido, hasta ahí nada nuevo, pero además carga el gasto social de la crisis exclusivamente contra los trabajadores.

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La derecha y la libertad

   Al hilo de la idea de Ana Botella (empiezo a pensar que le da a su apellido con demasiada frecuencia) de encargar un estudio, esperemos que sea un estudio muy austero que estamos en crisis para tener localizados a los mendigos de Madrid me lleva a plantearme la siguiente pregunta:
   - ¿Por qué la derecha que no tiene interés ninguno en controlar, por ejemplo a los sistemas financieros, siempre está intentando controlar lo que podemos o no podemos hacer con nuestro cuerpo, nuestras ideas, en definitiva con nuestra libertad?
   Ellos que se presentan como liberales y grandes defensores de la libertad son los mismos que luego se posicionan como feroces defensores de las posiciones más retrogradas como eliminar o restringir muchos derechos y libertades.
   ¿No sería mejor señora Botella que en en vez de decir que quiere tener controlados a los mendigos pensara como ayudarles a que su situación mejorara?.
   Ayudar a las personas necesitadas no puede ser una cuestión de caridad sino de justicia, como no dejar desprotegidos a los que sufren una enfermedad crónica, algo a lo que también parece ser que le ponen pegas desde la derecha.
 
   Una sociedad puede considerarse madura cuando cuida de sus elementos más desfavorecidos, no dejándolos a su suerte y eso señores y señoras de la derecha rancia de este país no puede ser tratado como una labor benéfica sino una como una labor justa.

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Claro que el PP tenía programa

   Había que pensaba que el PP no tenía programa, coño si tenía. Lo que si tenía era un programa sencillo, por otro lado, acorde con la personalidad de su candidato a Presidente, más bien vago el personaje.
   El programa simplemente se resumía en un folio pequeñito. Hay que regresar rápidamente a una España de hace unos décadas y a ello se han aplicado casi todos los ministerios con mayor o menor ahínco desde que han catado el poder de la Moncloa.
   Bien es cierto que hay ministerios que se conforman con hacernos retrocedes unos años o décadas mientras que otros quieren hacernos retroceder casi cientos de años, como por ejemplo el ministerio de trabajo que pretende simplemente hacer desaparecer casi todas las protecciones que tenemos los trabajadores a ver si así los empresarios se animan a darnos unas migajas a cambio de nuestra explotación.
   Los ministros de economía y hacienda intentan devolvernos a la etapa más dura del capitalismo, sin ningún tipo de control sobre el capital como si la solución a la crisis pudiera venir de la mano de quien la provocó.
   También está sembrado el sr. Gallardón con su idea progresista de que retroceder 27 años en materia de derecho de la mujer a decidir cuando quiere quedarse embarazada. También le parece una idea progresista dejar que los notarios realicen funciones que hasta ahora realizan los jueces.
   El ministro de industria intenta en materia energética ir hacia atrás restando posibilidades a las energías renovables en detrimento de otras más peligrosas y contaminantes.
   Al ministro de Interior sólo le falta decir aquello de "la calle es mía".
   Ministerio del sr. Cañete, medidas progresistas a raudales, vuelven los trasvases, se cambia la ley de costas, la recuperación económica vendrá de la mano del ladrillo en primera línea de playa. Alucinante simplemente.
   Y que decir el ministro de educación. Mentiroso, rancio, retrogrado, plegado a los intereses de la iglesia y de la enseñanza privada más conservadora. Lo de educación para la ciudadanía no tiene nombre y detrás del cambio en la ESO y el bachillerato se esconde simplemente el deseo de potenciar la enseñanza privada en detrimento de la pública.

   Bueno, pues ya veis que tenemos un gobierno rancio, casposo, reaccionario y con un líder más bien poco explicativo. Vendría bien que de una vez no explicara a los españoles las medidas que está tomando y no sólo enterarnos por las conversaciones con los líderes europeos.

MERECEMOS UN GOBIERNO QUE NO NOS MIENTA, O POR LO MENOS, QUE ALGUNA VEZ DIGA LA VERDAD