Mariano I el mentiroso

Mariano I el mentiroso
las gaviotas del PP no son bienvenidas

domingo, 12 de febrero de 2012

Ataque a la clase obrera

   Después de la presentación de la tan manida reforma laboral por parte del gobierno hemos podido confirmar lo que muchos llevábamos diciendo desde hace tiempo: el partido popular no es el partido de los trabajadores como decía Cospedal sino el partido del dinero, del capital, del PODER con mayúsculas, ya sea económico, religioso o de cualquier otro tipo.
   Medidas como la generalización del coste del despido en 20 días por año trabajado, que no se necesite autorización administrativa para la tramitación de n expediente de regulación de empleo, que los trabajadores pierdan sus derechos conseguidos en convenio si en dos años no se negocia uno nuevo, que un empresario pueda descender los salarios a su antojo, considerar en principio todos los despidos como objetivos y tener que pelear una indemnización mayor en los tribunales, extensión del contrato de aprendizaje hasta los 30 años, la modalidad de contrato indefinido con un año de pruebas que viene siendo la práctica un contrato sin derecho a indemnización por despido.
   Todas estas medidas se han quedado a un paso de la medida que más le hubiera gustado a la CEOE, el despido gratuito y libre por completo o un contrato verbal y sin ningún derecho del trabajador excepto el de trabajar para su patrón.
   Desde hace décadas a ningún gobierno en este país se la había ocurrido tal ataque a la clase obrera y menos con la excusa de crear puestos de trabajo, excusa que parece simple y llanamente ridícula. En un país donde los empresarios han despedido a millones de trabajadores aducir que se solucionará poniendo el despido aún más barato es una tomadura de pelo.
   La protección de los trabajadores, que siempre es la parte débil del sistema laboral, ha pasado a ser prácticamente nula al dar mayor libertad y poder a los empresarios frente a los sindicatos, que hayan actuado bien o mal durante estos años, son la única organización que protege a los trabajadores en su conjunto.
   La reforma laboral ha sido tan extremadamente desequilibrada que sinceramente encuentro partes de ella que quizá bordean peligrosamente la constitucionalidad, sino la contradicen literalmente.
   Por otra parte esta reforma dudo que ayude a crear empleo, se verá con el tiempo, pero lo que si tengo claro que el empleo que quede después de unos años será precario, muy precario y aquel sueño de que la clase obrera en España era clase media habrá desaparecido por completo. Seremos un país de mano de obra barata, como siempre por otra parte, con poco gasto en I+D+I lo cual nos condenará a serlo en el futuro y donde las posibilidades de los jóvenes pasarán casi siempre por la emigración a otros países donde demostrar su valía.
   En fin, este gobierno mintió cuando dijo que no abarataría el despido, hasta ahí nada nuevo, pero además carga el gasto social de la crisis exclusivamente contra los trabajadores.

MERECEMOS UN GOBIERNO QUE NO NOS MIENTA O POR LO MENOS QUE NO NOS MIENTA SIEMPRE

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