Los que pensaban, o pensábamos, que la mejor manera de hacer pasar desapercibido a un ministro es nombrarlo Ministro de Justicia está visto que con Gallardón nos equivocábamos.
Ayer desgranó cuales eran las prioridades de su ministerio y por extensión del gobierno y del pp. Sinceramente me pareció una actitud soberbia, revanchista, injusta y profundamente cínica.
Apuntar que los problemas de la justicia en este país se resuelven subiendo las tasas para recurrir en segunda instancia me parece de un cinismo tal que me parece hasta impropio de él. Si puedes pagar tendrás acceso a recurrir una sentencia, y si no puedes te fastidias. Pero, ¿qué pasa si es la administración la que sale trasquilada en primera instancia? Pues muy sencillo como ellos tiran con pólvora del rey recurrirán eternamente sin que tengan merma alguna de su fortuna y sin que pese sobre ellos ninguna responsabilidad.
Con respecto al derecho de las mujeres de16 a 18 a decidir si quieren continuar un embarazo o no me parece un retroceso atroz. Será que no tengo sentimientos totalitarios, ni me creo en posesión de la verdad absoluta y entonces no entiendo que pueda tener derecho a decidir en un asunto como esto en contra de la opinión de quien tiene un embarazo y una responsabilidad para el resto de su vida si lo lleva a término.
Con respecto a la Ley del Menor lo ha tenido bastante fácil, ha tirado de vísceras y se ha apoyado sin ningún disimulo en la cercanía de algunas sentencias para legislar a su antojo, en contra por otra parte de una gran parte del parlamento, obviando que tiene mayoría absoluta en el Parlamento pero que eso no da la razón absoluta.
Respecto a los cambios en el CGPJ me parecen una tropelía, basarse en la supuesta independencia de poderes resulta escandaloso. Pretende explicar que poner a los jueces por encima del pueblo, eso no es independencia es absolutismo, es lo mejor. A lo mejor habría que recordarle que tenemos un sistema parlamentario y que se sustenta en la idea de que el poder emana del pueblo, entonces el poder judicial emana también del pueblo y no de una casta especial. Pero además Gallardón juega cual tahúr con las cartas marcadas sabiendo de antemano que los magistrados son un colectivo más bien conservador. Ya empiezan a sonar también voces interesadas en abrir camino y justificar que la permanencia en según que tribunales como el Supremo o el Constitucional sea vitalicio, como en EEUU, y así si coloco a los míos ya tendré todo atado por secula secuolrum.
Presentar todos estos cambios el mismo día que se declara no culpables a Camps y Costa es rizar el rizo. Que un jurado popular les deje libres de toda culpa después de oír en el juicio todo lo que se ha oído con grabaciones incluidas me parece demencial. También es cierto que no esperaba otra cosa después de los resultados que obtuvo el pp en las últimas elecciones autonómicas.
Por supuesto y así debe ser, respeto la decisión del tribunal pero me sigue pareciendo injusta la sentencia absolutoria. Será que sigo pensando que la mujer del Cesar no sólo ha de ser pura sino que también ha de parecerlo.
MERECEMOS UN GOBIERNO QUE NO NOS MIENTA
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