Mariano I el mentiroso

Mariano I el mentiroso
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martes, 24 de enero de 2012

La importancia de la memoria, también la histórica

     Todos entendemos perfectamente la importancia de la memoria y hay pocas enfermedades más crueles que ir perdiéndola, de ahí que los que aún la conservamos le demos la importancia que tiene y se merece.
   La memoria hay que ejercitarla, entrenarla para que esté siempre en forma, como si fuera un atleta, y para ello hay que alimentarla sobre todo de verdades, de recuerdos ciertos y no de mentiras y medias verdades.
   Desde siempre la historia la han escrito los vencedores cuando ha habido un conflicto para hacer pasar por necesarias todas las leyes, medidas, hechos ocurridos. Por eso es tan importante que la historia sea lo más exacta posible y que a los hechos se les llame por su nombre: un golpe de estado es lo que es y no otra cosa, un linchamiento, una ejecución, los desaparecidos son lo que son y no personas que han idoa por tabaco y no han vuelto.
   Después de 1939 y durante decenios enteros ni siquiera tuvieron que reescribir la historia, simplemente la escribieron a su manera y lo que era un golpe de estado pasó a ser algo que no querían hacer pero que no tuvieron más remedio, los que no pensaban como ellos pasaron a ser delincuentes, los que lucharon en el bando legítimo eran peligrosos comunistas, anarquistas, socialistas, vamos cualquier cosa menos gente de bien. Los miles de asesinados por el motivo que fuera, político, económico, rencillas vecinales, cualquier motivo era válido y sus cuerpos fueron abandonados en cualquier sitio eran considerados como animales que no merecían siquiera ser enterrados con dignidad, pretendieron quitársela y obraban en consecuencia.
   Se nos llena la boca hablando sobre las dictaduras de otros países, Cuba, Argentina, Chile, etc pero cuando tocamos a lo patrio en muchas ocasiones miramos para otro lado y aducimos que si la transición fue modélica, envidiada por medio mundo y blablabla, vamos cualquier excusa es buena para no tener que mirar en nuestro pasado y no tener que mirar a los ojos a la verdad.
   Y la verdad es que nuestras cunetas, cementerios, montes tienen restos humanos de ajusticiados en nombre del franquismo y que el juez que intentó poner un poco de claridad en nuestra historia más cercana se sentará hoy en el banquillo, acusado por un seudosindicato fascista, para vergüenza de nuestro país y dando un espectáculo difícil de entender fuera de nuestras fronteras.
   Desde luego si la sentencia es condenatoria para Garzón el Tribunal Supremo quedará muy tocado en cuanto a su credibilidad, ya por otro lado bastante deteriorada por otros juicios y sentencias.


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